DEPORTES Íker Casillas visitó a los ciento treinta y cinco niños y niñas que están en el campus que lleva su nombre y que se ha desarrollado esta semana en Venero Claro «¿De verdad creéis que soy el mejor portero del Mundo?». «¡Sííííí..., mejor que Buffon». «Pues me alegro, porque los niños siempre dicen la verdad». Fueron algunos de los diálogos que Íker Casillas mantuvo con los 135 niños y niñas que han participado durante esta semana en la quinta edición del campus que lleva su nombre y que se ha desarrollado en las instalaciones de Venero Claro de Caja de Ávila en Navaluenga. El portero del Real Madrid realizó en la mañana de ayer una breve pero intensa visita, con una gran expectación. Lo hizo después del entrenamiento de su equipo, sobre las 13,45 horas, cuando a los medios de comunicación se nos había citado a las 12,00 horas -«perdón por la espera, pero había entrenamiento, hablar con Schuster», se disculpaba nada más llegar-, un aspecto que deberían cuidar los organizadores, así como el no permitir el acceso a determinados medios. Seguro que esto no es culpa de Casillas, que una vez más demostró ser una persona muy sencilla y accesible para todos los que se acercaban a él. Después de interesarse por si se lo estaban pasando bien durante estos días, en su contacto con los jóvenes deportistas, el meta recordó que «yo he crecido en la provincia de Ávila y me gusta venir cuando puedo. Me acuerdo que en 1992 también estuve aquí, en Venero Claro, en la habitación amarilla y con el número 9». Siguió contestando a las diversas preguntas que le hacían, algunas con mucha carga de ‘malicia’ como la que le interrogaron que si España había ganado la Eurocopa porque su compañero Raúl no había sido seleccionado, o las que se referían a sus inicios debajo de una portería, «porque jugaba con mi padre en Móstoles y como él quería hacerlo de jugador a mí me tocaba hacerlo de portero. Con 9 años hice una prueba con el Real Madrid y me cogieron y ahora tengo 27 y aquí sigo, y si no me echan antes estaré hasta los 36. Al primer equipo llegué con 19 y al principio estaba muy nervioso al coincidir con gente como Hierro, Redondo o Raúl, que lo eran todo». Casillas no dudaba en afirmar que «el día que levanté la copa del campeonato de Europa fue el día más importante desde que soy jugador de fútbol, ya que fue el sueño de todo un país. No obstante, espero poder repetirlo en un Mundial». Lógicamente, no podía faltar un repaso por la actualidad del Real Madrid, con el tema de la marcha de Robinho y el meta se mostró claro en su opinión, señalando que «si uno no quiere estar en sitio hay que buscar una solución y llegar a un acuerdo, como sería traspasarle a un buen precio. Si no es feliz en el Real Madrid, que disfrute en otro sitio». Sobre el encuentro de vuelta de hoy de la Supercopa, Casillas comentaba que «nos estamos jugando un título y si no lo ganamos habrá muchas críticas, aunque también firmo no ganar la Supercopa y ganar la Liga. Tenemos que jugar más concentrados para no recibir goles. Intentaremos remontar y celebrarlo con nuestros aficionados». En esta quinta edición del Campus Íker Casillas están participando 110 niños y 25 niñas, algunos de ellos invitados del campus anterior de Navalacruz de julio de este año, al que no pudo asistir el jugador. El principal objetivo es que «aprendan, se diviertan y se conozcan entre ellos, primando el aspecto lúdico», comenta Mario Rubio, director del campus y coordinador de los 13 monitores, añadiendo que de fútbol se les enseña a «controlar y conducir el balón, realizar pases y lanzar a portería, aunque también practican otras actividades como natación, piragüismo y senderismo entre otras», que se completaron con la visita que realizaron al estadio Santiago Bernabéu, que pudieron ver el césped, las gradas, el palco, la sala de prensa, los vestuarios, la sala de trofeos y el museo. Textos tomados del periódico online diario de avila. es
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