AVILA SOCIEDAD Cinco voluntarios de la capital abulense permanecieron por la tarde a las puertas del hospital de La Paz a la espera de recibir a los familiares para ofrecerles ayuda psicológica Un hombro sobre el que llorar, consuelo y, sobre todo, ánimos y fuerza para superar la tragedia. Esa es la misión encomendada a los voluntarios de Cruz Roja de Ávila que fueron enviados ayer por la tarde a las puertas del Hospital de La Paz, en Madrid. Allí, junto a decenas de medios de comunicación, cinco voluntarios de la capital abulense, entre ellos el vicepresidente provincial de Cruz Roja de Ávila, Ernesto Gómez, permanecieron a la espera de instrucciones y de la llegada de los familiares de los heridos ingresados para ofrecerles ayuda psicológica en los primeros instantes, los más duros por ser los más «impactantes», detalló Gómez. Cruz Roja de Ávila movilizó a un total de 15 voluntarios de los equipos de sanitarios y conductores y a 4 ambulancias, que partieron desde Ávila capital, El Tiemblo, Cebreros y Las Navas del Marqués. Cada equipo fue destinado a un lugar, el de la capital a La Paz mediante una llamada cuando ya viajaba de camino, no en vano las tareas de socorro y traslado de los heridos ya estaban en manos de los dispositivos de emergencia de Madrid y Guadalajara. A falta de empezar a recibir el goteo de familiares, que «tardará» porque los heridos «vienen bastante quemados» y la situación es «compleja», el equipo de Ávila no sabía cuánto tiempo iba a permanecer en el hospital. «No sabemos si nos desactivarán esta noche, si nos relevarán o si nos enviarán a otro lugar» como el IFEMA, comentaba Ernesto Gómez. Allí se ha instalado un tanatorio provisional. No es la primera vez que Cruz Roja de Ávila colabora en siniestros de gran envergadura. En el atentado del 11-M envió 4 ambulancias y 2 autobuses con voluntarios para ayudar a las víctimas. Textos tomados del periódico online diario de avila. es
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