Existe una vieja observacion de los psicologos que dice que lo primero que hacemos es lo que nos prohiben hacer. Por ejemplo, si se le dice a una persona: "no piensen un elefante rosado" lo mas probable es que esa persona piense precisamente en un elefante rosado; ahora, si se le dijera "pensa en un elefante rosado" probablemente pensara en otra cosa, nunca en un elefante rosado.
El tema aqui es que la prohibicion, como sucede con la comida en el caso de Pavlov, excita la imaginacion de los hombres y los pone a trabajar en direcciones concretas; seguramente usted ya lo sabe si es empleado de oficina.
Si, lo sabemos ocho horas por dias, seis dias (con suerte) por semana, encerrado entre cuatro paredes mientras la gente camina y camina por la calle y usted los ve caminar y, otra vez, la prohibicion vuelve a funcionar como motivador haciendonos preguntarnos: ¿porque no puedo caminar yo tambien asi, disfrutando el viento, el aire, el sol, la vida que aqui dentro con tanto aire acondicionado no puedo disfrutar?
La respuesta, por supuesto, es que con familia e hijos la idea de abandonar la oficina en horario de trabajo para simplemente estirar durante quince o veinte minutos las piernas es una locura que nadie haria... por eso lo hacemos cuando tenemos vacaciones, si, en ese momento decidimos recuperar todo el tiempo que perdimos durante el año.
El problema es que la distancia que media entre nuestro cerebro y nuestras piernas es tan grande que estos dos organos, tan importantes cada uno en su funcion, no se pusieron de acuerdo y, cuando volvemos de la primera caminata ya sabemos que no podremos, al menos por unos dias, dar un paso mas.
Para no arruinarle la vacaciones a su mujer y su hijo, obligandolos a caminar a su paso o, peor aun, quedarse en el hotel a esperar que venga un taxi a buscarlos usted cuenta con nuestro alquiler de coches en Vigo que le permitira moverse adonde quiera sin depender de nadie.
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